Durante muchos años, la palabra "tequila" se asoció a chupitos y Margaritas. Sin embargo, esta percepción está cambiando y cada vez más consumidores consideran el tequila como un producto premium. Esto se debe a los esfuerzos de las marcas por posicionar el tequila como producto de gama alta por medio de la diferenciación en los precios, los tipos de líquidos y la variedad del diseño de las botellas.
El tequila, reconocido como un producto de denominación de origen mexicano en más de 40 países, es una bebida regional destilada. Según lo establecido en la denominación de origen del tequila, el premium debe contener un 100 % de agave Weber variedad Azul y, el más convencional, al menos un 51%.
En 2012, la producción total de tequila fue de 253,2 millones de litros, de los cuales un 55 % correspondió a marcas convencionales y un 45 % a marcas premium. En 2018, la producción total de tequila fue de 309,1 millones de litros (un incremento del 22 % en comparación con el año 2012) y la tendencia entre ambos tipos de tequila se invirtió, de modo que la proporción de tequilas convencionales pasó a un 45% y la de premium a un 55 %. Además, la producción de esta última creció cerca de un 50% en 6 años. (Fuente: Consejo Regulador del Tequila de México)
Hoy en día, el tequila sigue siendo la subcategoría de bebidas destiladas más grande de México, con una cuota de mercado del 27% del volumen total, (Fuente: IWSR) y las exportaciones han crecido un 34% impulsadas por las marcas premium que crecieron un 78% (datos de 2018 comparados con los de 2012). (Fuente: Consejo Regulador del Tequila de México) Sin embargo, el tequila sigue jugando un papel relativamente pequeño en el mercado mundial de las bebidas destiladas y aún hay mucho más espacio para crecer añadiendo valor al producto por medio de la innovación y la educación a los consumidores de todo el mundo.
Según un artículo publicado en Spirits Business a principios de este año, "queda patente que el sector del tequila debe esforzarse más para captar la atención de los consumidores más exigentes. Y dado el fuerte crecimiento de la categoría y sus notables logros, tal vez no deberíamos ser tan duros con ella. Pero en un entorno donde los consumidores están comenzando a experimentar y buscan más información sobre las bebidas que consumen, existe el riesgo de que se desperdicien oportunidades".
Cada vez que los consumidores deciden pagar más por productos más sofisticados (premium), esperan que estos les proporcionen una experiencia acorde con ese precio. Cada marca debe prometer una experiencia única. Esa promesa debe transmitirse a los consumidores en todos los puntos de contacto y el packaging es uno de los vehículos más importantes.
La creatividad en las ilustraciones y en el diseño de las botellas de vidrio ha jugado un papel decisivo en la lucha por la diferenciación en el punto de venta, ya que el vínculo mágico que existe entre el líquido, la imagen y la botella ayuda a cada marca a contar su propia historia y a posicionarse en diferentes bandas de precios: premium, superpremium y ultrapremium.
Para el tequila, el diseño de la botella aporta el encanto de ser percibido como el regalo perfecto para una ocasión especial y un símbolo de lujo de la esencia de México para el mundo.