El rosado está floreciendo. Los famosos y la generación del milenio marcan el paso a través de las redes sociales con bebidas como el cóctel helado «frozé» o el movimiento «brosé». Los vinos rosados se han convertido en la bebida estival de elección y, en consecuencia, sus ventas se duplicaron el verano pasado.
Las personas asocian el rosado con el verano y con las celebraciones al sol. Además, les encanta explorar la variedad de estilos que este vino les ofrece. El conocimiento sobre vinos y la popularidad del rosado incluso les impulsan a cambiar su bebida habitual por esta.
Hasta los hombres están empezando a dejar la cerveza en favor del delicioso vino rosa. Este no solo les aporta una sensación de madurez y sofisticación, sino que también les hace parecer más atractivos para sus amigas. La introducción del rosado seco ha contribuido a reforzar esta tendencia y respalda la previsión de permanencia de este tipo de vino en los mercados.